Descubre los tres tipos de presupuesto más básicos

El hecho de ver, con cifras reales, lo mucho que cuesta vivir, en vez de centrarnos en ver pasar los días y, simplemente, dejarlos pasar… Puede causar un doble sentimiento.

Frustración, por lo mucho que cuesta ganarlo y lo rápido que se pierde en lo que consideramos básico.

Enfado por no poder hacer nada más sobre él.

Sin embargo, sí que puedes hacer más con tu dinero.

Para eso, está el presupuesto.

Qué es un presupuesto

La RAE lo define como:

  • 3. m. Cómputo anticipado del coste de una obra o de los gastos y rentas de una corporación.
  • 4. m. Cantidad de dinero calculado para hacer frente a los gastos generales de la vida cotidiana, de un viaje

Dándole dos utilidades diferentes:

  • Primera. Tienes un objetivo que quieres cumplir. Un viaje, la inversión en una casa, un fondo para imprevistos, una ayuda a tu jubilación, liquidar una deuda… Acumulas dinero para hacer realidad lo que quieres, ya sea un capricho, algo que te dé seguridad, o simplemente tranquilidad por no deberle nada a nadie
  • Segunda. Si habláramos de una tarta, digamos que cada bloque de gastos sería una porción de ella. Algunos trozos son más dulces que otros, no te lo voy a discutir, pero todos componen esa misma tarta.

Cómo utilizar el presupuesto a tu favor

La mayoría de la gente, al escuchar la palabra presupuesto… presupone que es lo más aburrido del mundo. 

Le suena a contabilidad, números, personas estiradas con una calculadora y una visera verde, lapicero en la oreja y un cenicero lleno de cigarrillos. Muy años 20.

Bueno, estamos en el siglo XXI, y va siendo hora que a la mínima que vemos una cuenta bancaria, pensemos en que nos van a hacer una judiada.

De hecho, incluso algunas veces he llegado a escuchar en hacer un “juego del dinero”, por no llamarlo presupuesto. O hacer reuniones con amigos para celebrar la “fiesta del dinero”.

Realmente, puedes darle el nombre que quieras. Lo único que hay que tener en cuenta que, del artículo en el que dividíamos los gastos en bloques, es encuadrarlo en este sistema.

Dependiendo de tu situación y lo que realmente quieres de tu dinero en este momento… Puedes elegir un sistema de presupuesto u otro, son flexibles y adaptables a tus necesidades, y se pueden revisar conforme vaya cambiando tu situación

Sistema de sobres

Este tipo de sistema es muy utilizado en Estados Unidos, por el hecho de tener que pagar los recibos mediante cheques, efectivo, transferencias… en vez de un recibo programado por la empresa que te da el servicio.

En España se pueden pagar las facturas de este modo, de hecho Correos tiene una opción de pago en efectivo, los cajeros de los bancos incluso tienen lectores de códigos de barras para poder hacer el pago en el cajero en vez de en ventanilla si no quieres domiciliar el recibo… pero está un poco obsoleto.

La esencia de este tipo de presupuesto es que, en función de lo que crees que vas a gastar en cada bloque: casa, suministros, comida, seguros… vas metiendo esa cuantía en un sobre, y no lo usas a no ser que sea para eso.

Básicamente, es una hucha de papel. Y, lo que sobra de esa hucha, no se gasta en otra cosa, se queda ahí hasta el mes siguiente, por si acaso.

Opciones de uso

  • Seguros tienen pago anual, generalmente, puedes dividir el importe del pago de tu seguro en 12 meses, y cada mes añades esa parte proporcional. De ese modo, cuando te llega el seguro del hogar, del coche… No notas esa bofetada en tu cuenta corriente. De hecho, si echas un vistazo a las páginas web de los bancos españoles, dan exactamente esa opción en los seguros que contrates en el banco, sin coste adicional. Es una financiación a tipo 0.
  • Comida. La media de alimentación de una familia de 2 personas está en 200-250EUR mensuales, y la de una familia de 4 miembros, entre 400 y 500EUR. Si no acostumbras a hacer la compra semanal, o mensual, va siendo hora que te apuntes a alguna de estas grandiosas expediciones. Si, además, quieres dar un paso más, descarga nuestra lista de la compra, y divide por secciones tal y como aparece ahí. Así sabrás, realmente, dónde se va tu dinero.
  • Gastos extraordinarios. El mayor ejemplo, una boda. Cuando un familiar, amigo, compañero de trabajo… se casa, no te avisa con un mes de antelación, ni dos. Suele avisarte con seis meses de plazo, incluso un año. Principalmente, porque necesita tiempo para organizarlo y reunir todo lo necesario para su gran día. ¡Aprovéchate! ¿Sabes lo que cuesta ir a una boda? ¿Lo dejas para el último minuto? Establece cuánto quieres gastarte para ello, divídelo para los meses que faltan, empieza a acumularlo para no tener que apretarte el cinturón.
  • Vacaciones.
  • Otros

Porcentajes

Es el presupuesto por excelencia, y el que más gusta vender a los expertos en finanzas. De hecho, es el que más funciona según ellos.

Incluso los bancos se han unido al carro por la crisis de 2010. En época de bonanza, no solicitaban la declaración del IRPF para ver el porcentaje de tu salario que emplearías en la hipoteca. Total, se iba a revalorizar… Te daban más dinero de lo que valía la casa, y a un plazo más largo, para desahogarte.

Ahora, te solicitan tener de primeras entre un 20 y un 30% sobre el valor de la vivienda, haciéndote la hipoteca por la diferencia, y miran que el importe del préstamo no supere el 35% de tus ingresos.

¿Por qué? Porque este presupuesto cubre los distintos grados de necesidad:

50% para necesidades básicas

Lo que vienen siendo suministros para tener luz, agua, calefacción… Comida para alimentarnos, colegios para nuestros hijos… Es decir, todo aquello que nos hace vivir como humanos y seguir respirando sobre la faz de la tierra.

30% para lo no necesario

Desde tener canales de televisión adicionales, teléfonos de última tecnología, ropa extra por capricho, salir a cenar fuera, viajes de placer, peluquería… Aquello de lo que podemos prescindir, aunque lo tomemos como parte de nuestra vida como pequeños/grandes lujos.

20% para pagar deudas y el ahorro

La idea principal es el ahorro, dedicarte una parte de tu nómina para ti, para el futuro, para lo que pueda pasar. Lo único, y dado que cuando ahorras el tipo de interés es, con diferencia, bastante más bajo que lo que te cobran si adquieres una deuda (crédito, préstamos personales, tarjetas de crédito con pago aplazado, hipotecas…), si tienes deudas lo más conveniente es, primero, liquidarlas, y luego empezar a ahorrar.

Opciones de uso

  • Quieres solicitar una hipoteca – como si fueras una empresa que tiene que presentar sus cuentas anuales en el banco a la hora de pedir un préstamo, debes poder demostrar que tienes una estructura sólida para poder cumplir los plazos de tu hipoteca. Por ello, presentar un patrón de pagos ya establecido aumenta tu confianza frente a otros usuarios a la hora de solicitar este tipo de productos en el banco.
  • Eliminación de deudas – Sumando el importe de los distintos recibos que puedas tener de los distintos productos que tienes contratados, y dividiéndolos sobre tus ingresos mensuales, captas el porcentaje. A partir de ahí, continúas creando tu presupuesto primero con las necesidades básicas y, por último, los caprichitos.
  • Dejar de vivir al día – a diferencia del sistema de sobres, en el que puedes llegar a abrir el sobre en un momento de debilidad y arrebatar muy fácilmente lo que has puesto ahí, autoimponerte un traspaso de una cuenta a otra el mismo día que recibes la nómina para el ahorro, y bloquear el uso de ese dinero… es una de las formas más eficaces de empezar a crear tu fondo de emergencia, o tu colchón de seguridad, de modo que ante un imprevisto no tengas que recurrir a una nueva deuda.
  • Controlar las desviaciones – un presupuesto empresarial para ejecutar una obra destina una serie de dinero a distintas partidas (para visualizarlo, podemos tener en mente los presupuestos del estado). Cada partida es una de las secciones de nuestro artículo anterior, que en su conjunto crean estas tres particiones (para seguir visualizándolo, estaríamos hablando de los ministerios estatales). Nosotros proponemos un límite de gasto mensual, y como jefes de dicho ministerio, tenemos que saber administrarlo para que no se desvíe. Por eso, tenemos que ser realistas con estos presupuestos, porque si no… como cualquier político, o nos quedamos sin fondos demasiado rápido en esas partidas… o nos engañamos a nosotros mismos.

Antipresupuesto

Este último modelo de presupuesto marca un solo objetivo a cumplir.

Te da igual lo que gastes/emplees en el resto, pero si has definido un objetivo, tu prioridad principal es que se haga realidad.

Opciones de uso

  • Un viaje: imagina que quieres irte a Nueva York dos o tres semanas. Sabes que, a groso modo, entre 2000-3000 euros te vas a gastar en ese viaje. Mínimo. Si vas, vas a ir sin mirar la cartera.

Tu objetivo principal es reunir ese dinero sin tener que pedir un préstamo, o pagarlo todo con tu tarjeta de crédito y luego dividir ese pago. Más que nada porque en el primero vas a pagar un 7% de interés, y en el segundo caso llegarás a pagar un 25% de intereses.

Calculas cuándo quieres ir y divides para poder reunir ese dinero. Tu objetivo principal mensual es, efectivamente, cumplir tu propio plazo. Luego, piensas en el resto de pagos que tienes que hacer todos los meses.

  • Boda
  • Un coche nuevo
  • Ahorro
  • Pago de deudas
  • Realmente, cualquier objetivo financiero que te marques. Aquí sólo se centra el: Mi prioridad primero

Cuál es el mejor

Desde mi punto de vista, el mejor es una combinación de los tres, porque funcionan mejor unificados.

El antipresupuesto es un motivador nato para cumplir un objetivo. Es anteponerlo por encima de todas las cosas.

El sistema de sobres, y teniendo en cuenta que los presupuestos deberían revisarse año a año, mes a mes… es ideal para pagos anuales como seguros, impuestos; gastos extraordinarios como regalos de cumpleaños/navidades, bodas… Incluso los recibos que no cargan todos los meses (luz, gas, agua y recogida de basuras…) para fraccionar el pago y tener guardado allí esa cantidad…

El sistema mediante porcentaje, que te permite saber realmente lo que haces con tu dinero, puedes hacer incluso gráficas (las famosas tartas) para ver la evolución mes a mes de una forma más que fácil (dividir gasto por los ingresos) y, si tienes que realizar cambios por un imprevisto, una noticia sorpresa (un bebé, una boda a 5000km de donde vives)… a simple vista puedes hacerte a la idea de dónde recortar sin alterar tu vida demasiado y no endeudarte sólo por eso.

Si tuvieras que usar uno ahora mismo… ¿cuál elegirías? 

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