Año a año, decimos que va a ser diferente. Que este año va a ser nuestro año. Lo vamos a cumplir todo.
Y, como si estuviéramos en la Universidad, actuamos exactamente igual que hacíamos en aquel entonces:
- Empieza el año, con la mentalidad tengo mucho tiempo. No hago nada.
- Durante el curso, estoy muy ocupado con trabajos, asistir a clase, igual algún trabajo para sacarme un dinerillo extra… y saliendo por ahí, para qué engañarnos.
- Se van acercando los exámenes, pero como están las vacaciones de por medio, ¡hay que disfrutar! Tranquilo, aún tienes tiempo…
Y te plantas, una semana antes de que empiecen los exámenes, con 6 asignaturas, y sin haber tocado un libro para estudiar, sólo para hacer trabajos.
Lo que hacemos todos los años no funciona
¿Cuántas veces has creado objetivos sólo porque crees que debes hacerlo?
¿Y un presupuesto?
¿Cuántas veces te has repetido a ti mismo… este año voy a ahorrar?
¿Lo has llegado a cumplir alguna vez?
¿O te has dedicado a fustigarte a finales de año porque no has hecho ni la O con un canuto?
A recriminarte.
A cargar un equipaje a nuestra espalda, un equipaje totalmente emocional.
Resentido contigo mismo.
Preocupado porque eres un desastre, y no cumples lo que te propones.
Aquí no hay fustas, porque no hay tiempo para la auto compasión.
Veamos las soluciones.
Índice
- 1 Análisis retrospectivo
- 2 Misión del análisis
- 3 Objetivo
- 4 Previsión y ajuste
- 4.1 Comisiones en cajeros
- 4.2 Pagar por el transporte cuando compras online
- 4.3 Comida precocinada
- 4.4 No revisar la presión de las ruedas – mayor consumo de combustible
- 4.5 Dejarte luces/electrodomésticos encendidos
- 4.6 Suscripciones de pago que no usas
- 4.7 Comprar cosas específicamente para hombre o mujeres
- 4.8 Comer por gula
- 4.9 Comprar aplicaciones
- 4.10 Hacer la compra cuando tienes hambre
- 4.11 Hacer la compra sin límite de tiempo
- 4.12 Hacer la compra más de una vez a la semana
- 4.13 Embolsado de producto
- 4.14 No comprobar lo que tienes… antes de hacer la compra
- 4.15 No tener un plan de comidas
- 4.16 No congelar nada
- 4.17 Comprar sólo en una tienda
- 4.18 Volverte loco con los descuentos
Análisis retrospectivo
En Economía (y en Finanzas), gracias a la estadística, intentan predecirse momentos futuros a través de momentos pasados.
Esta suma de momentos pasados componen el análisis retrospectivo, o lo que es lo mismo, echar la vista atrás para ver qué ha pasado.
A mí, que no me gusta perder ni un minuto buscando datos, me gusta completarlo año a año, así que te recomiendo encarecidamente que… te pongas al lío pero ya.
El objetivo es cumplir la regla más básica de la microeconomía… El funcionamiento de una empresa:
Beneficio = Ingresos – Costes Fijos – Costes Variables
Aquí lo que nos interesan… son los gastos.
Coste Fijo:
- Alquiler/Hipoteca
- Colegio de los niños
- Comunidad
- Cuota del gimnasio
- Etc… (el etc es todo aquel recibo que no cambie ni un ápice mes a mes. La hipoteca, aunque sea revisable, cambia una vez al año o cada seis meses, así que entra aquí)
Coste Variable:
Los recibos que, o cambian de importe cada mes (ejemplo: el teléfono, si no tienes una tarifa plana), no se pagan todos los meses (luz, agua, recogida de basuras…), o que son anuales (seguros, mantenimientos…)
Operativa:
- Abre tu cuenta del banco
- Mes a mes, comprueba el cargo y apúntalo en la columna correspondiente
- Suma en vertical y en horizontal, para que veas la evolución de los costes tanto globalizada en el mes, como el coste a lo largo de todo el año.
NOTA: si quieres comprobar gasto a gasto, ya que se puede profundizar bastante (bastante) más… Pincha aquí y aquí para que veas todo lo que se puede incluir.
La primera vez, puede parecerte un rollo, pero es porque lo estás haciendo de golpe. Si lo haces mes a mes, como yo, tardas menos de un minuto a la semana en completar el cuadro.
Ventajas adicionales de este método:
- Ves los meses que consumes más, de qué… y puedes pensar en el por qué
- Puedes hacerte una idea de lo que vas a gastar este año, empiezas a ser previsor de cara al futuro
- Sabes cuándo te cargan los recibos (negociar seguros, periodicidad de los que no cargan mes a mes…)
Misión del análisis
¿Qué te han parecido tus datos? ¿Son realistas? ¿Exagerados? ¿Estás comiéndote un caramelico porque te has mareado? (espero que esto último no, ¡por dios!)
Este ejercicio tiene una misión, y es tan simple como mostrarnos con qué margen contamos para todo lo demás: comida, salidas, peluquerías, escapadas…
Tanto mes a mes, como año a año, si no quisiéramos utilizar tarjetas de crédito o préstamos.
¿Cómo vemos ese dato? Restando a nuestra nómina de cada mes la suma de la última columna.
Objetivo
A partir de este ejercicio, podemos marcar nuestros objetivos financieros de este año.
Lo único, y antes de que empieces a pensar en objetivos SMART, quiero que te hagas tres preguntas:
- ¿Tus familiares y/o amigos tienen expectativas sobre ti… hasta el punto de obligarte (o, mejor dicho, influenciarte) en las decisiones que tomas respecto a tus finanzas personales?
- ¿Estás resentido por algún tema concreto… del que no has podido olvidarte? ¿Crees que no podrías conseguirlo por este motivo?
- ¿Te consideras pesimista? ¿O negativo contigo mismo? ¿Ya has empezado a pensar que eres demasiado mayor para empezar ahora? ¿O que es demasiado difícil?
Previsión y ajuste
Si antes hablábamos de prever el futuro gracias al pasado, es porque ahora vamos directos al análisis prospectivo.
Este tipo de gastos no suelen variar mucho de un año para otro, por lo que podemos hacernos una idea de cuánto vamos a pagar por vivir bajo un techo en condiciones. Eso sí, todos esos pagos con tarjeta, en efectivo… son los que más hay que vigilar y/o ajustar, ya que son los que engordan la suma de gastos y limitan los ingresos.
Algunos por capricho, ¡y otros por necesidad! Pero hay una tercera sección… en la que todavía nos fijamos menos.
Y esos son:
Comisiones en cajeros
¿Quién no ha tenido una urgencia y, como no tenía un cajero de su banco, ha ido al primero que ha podido para sacar dinero y ha pagado una comisión?
Pagar por el transporte cuando compras online
La mayoría de las tiendas te dan 3 opciones:
- Gastas más de X, envío gratuito.
- Total del pedido < X, pero recoges en tienda, envío gratuito.
- Si gastas menos de X, y lo quieres con envío a casa/empresa… pagas por el transporte.
¿Tanto cuesta ir hasta la tienda a recogerlo?
Comida precocinada
Sólo voy a hacer una comparativa – Plato de espaguetis con tomate y chorizo
Un envase, precocinado, de un plato de 300gr, cuesta unos 4EUR
Si la haces tú – lista de la compra:
- 1 kg pasta normal – 1,10EUR
- Bote 800 gr. tomate – 1EUR
- Ristra de chorizo de 300 gr. – 2,80EUR
Nº raciones que podrían hacerse: 7-8 raciones
Coste total: 4,90EUR, lo que por ración sería unos 65 céntimos… vs. 2 EUR.
Cuanto más elaborado… empieza a sumar.
No revisar la presión de las ruedas – mayor consumo de combustible
Ya no es sólo que puedes pinchar, es que el otro día me dijeron que llevar la presión de las ruedas baja hace que ¡el coche consuma más!
No tienes que comprobarlo semana a semana, pero sí que es recomendable mes a mes. Básicamente, porque las temperaturas influyen directamente en la presión de las ruedas, y dependiendo de la estación… no me gustaría pinchar en mitad de la carretera :S
Dejarte luces/electrodomésticos encendidos
Indican que, simplemente, dejando conectado el enchufe, ya estás consumiendo. Yo no me lo creía, hasta que un día estaba escuchando un ruido raro en el dormitorio y, cuando empecé a mirar y a acercarme a los enchufes, vi que estaba conectado el cargador del móvil.
Lo jodido fue que, cuando lo desconecté, aún estuvo pitando unos cuantos segundos hasta que se acabó la carga acumulada. Así que me fijé en el cargador del portátil cuando hacía lo mismo, y vi que también permanece unos 20 segundos la luz de conectado en la batería, aunque no esté enchufado a la luz.
Así que sí, ya no es sólo que te puedas dejar algo encendido, es que si te lo dejas conectado sigues consumiendo, y a parte de un mayor gasto, hay que hacerlo (este punto y el anterior) a favor de la lucha del cambio climático. ¡Todo cuenta!
Suscripciones de pago que no usas
¿Cuántas horas al día ves la televisión? Y, de esas horas… ¿Cuántas dejas la tele de fondo mientras haces otras cosas?
Estoy de acuerdo que, por esas cuotas, y si las compartes, puede merecer la pena tener Netflix, Amazon Prime, los canales de pago de la 3 y la 5… Básicamente, porque es poco dinero. Tan poco dinero que, aunque no la veas, dices «bah, para lo que cuesta...»
El otro día, no sé donde lo estuve leyendo… Uno hablaba de una conversación que había tenido con un dueño de un gimnasio donde pagaban cuotas bajas. El dueño de ese gimnasio prefería tener las cuotas bajas y que se apuntara gente que no fuera, porque si fuera toda la gente que tenía inscrita, tendría que comprar más máquinas, contratar más profesores, tendría aulas saturadas… y tendría que subir las tarifas para recuperar esa inversión extra.
¿Por qué pagar por lo que no vas a utilizar? ¿Por caridad a los demás?
Comprar cosas específicamente para hombre o mujeres
Sí que pienso que, por ejemplo, el tema de la piel y las cremas lo veo más como una inversión, y que hay que comprar una crema específica para cada tipo de piel. Y me da igual que sea para las manos, para los pies… o para la cara.
Sin embargo, jabón, pasta de dientes, refrescos light o zero… Queda gracioso, y bonito, incluso dulce… cuando son bebés. ¿Cuando hemos crecido?
Comer por gula
Vas por la calle, y pasas por la panadería/tienda de chuches que te gusta. Aunque no tienes hambre, e incluso tienes un poco de prisa… pero da igual, te metes y coges una napolitana de jamón de York y queso. Y ya, de paso, te coges una bolsa de patatas para luego. Y unas gominolas.
Si no tienes hambre, ¿qué necesidad hay?
Comprar aplicaciones
Hay millones y millones de aplicaciones gratuitas. Sin embargo, cuando nos ponemos a buscar, nos gusta la de pago. O, para evitar la publicidad, pagamos directamente. ¿Tanto la usas? ¿O a los 3 meses te has aburrido?
Hacer la compra cuando tienes hambre
¿Qué puedo decir que no haya dicho ya?
Hacer la compra sin límite de tiempo
Cuando tienes tiempo, te entretienes, te dispersas… y empiezas a mirar lo que no has ido a buscar. ¿Resultado? Compras lo que no necesitas, y (yo, al menos) tienes que volver a por lo que necesitas.
Hacer la compra más de una vez a la semana
Aquí hay dos vertientes: los que hacen la compra varias veces a la semana por aprovechar bajadas de precio por caducidad o los cupones, y los que van picoteando… que acaba convirtiéndose en el punto anterior.
Embolsado de producto
Si vas a hacer la compra, debes fijarte en el precio del kilo, y no por el precio remarcado en grande. Te sorprenderá lo que ves…
No comprobar lo que tienes… antes de hacer la compra
Yo he acabado, más de una vez… con dos botes de limpiacristales, 2 packs de 3 estropajos… y así con otras muchas cosas que no cambio muy a menudo, y compro antes de tirar el que estoy usando. Y pasa con lo más rutinario también. Si no lo compruebas, ojo con las fechas de caducidad, que luego estamos tirando lo que hemos comprado por no gastarlo a tiempo.
No tener un plan de comidas
Planificar las comidas te permite saber los ingredientes que necesitas para cocinarlas (y que no tienes). Si no se planifican, no compruebas qué es lo que tienes y dejas de tener… duplicando productos perecederos.
No congelar nada
Hay que saber qué es lo que se puede congelar, qué se empobrece si lo congelas… y la durabilidad que tienen dentro del congelador sin deteriorarse. Si no congelas nada, vas a tener que hacer más visitas al supermercado, y ya no es solo que gastes más dinero, ¡si no más tiempo!
Comprar sólo en una tienda
Por comodidad, cercanía… podemos elegir una tienda como principal por delante de otras. Sin embargo, restringirnos siempre a una sola tienda, a unos productos determinados… si los cambian, ¿qué haremos? ¿Agachar la cabeza y apechugar?
Volverte loco con los descuentos
Muchas veces, pensamos que ahorramos por el hecho de que tenga descuento. Pregunta: ¿Lo hubieras comprado si no lo tuviera? ¿Qué te ha hecho cambiar de opinión?
Y hasta aquí… algunas formas de ajuste fáciles de llevar a cabo.
¿Cuáles son las tuyas? ¿Cómo planificas tu año financiero? ¿Qué obstáculos crees que pueden aparecer por el camino?