Empieza a ahorrar hoy, no esperes a mañana

Lo mejor que puedes hacer para ti mismo… es ahorrar.

Tener seguridad financiera te permite:

  • Hacer tus deseos realidad
  • Probar cosas nuevas
  • Emprender cualquier aventura que se te pase por la cabeza

No me malinterpretes, no estamos en Aladín. Pero si piensas que vivir con menos te dará sensación de pobreza, o que vas a aburrirte de tu vida… Estás más que equivocado.

¿Eres de los que lo piensan?

Déjame hacerte una pregunta…

¿Crees que el hecho de gastar dinero es lo que te da felicidad? ¿Satisfacción?

Mentiría si te dijera “¡Inviérrrrrrrrrrtelo todo!”, porque no va a mejorar tu vida (de hecho, puede darte más de un susto), pero gastártelo todo… te deja con nada.

El dinero no lo es todo. Y, si no se administra correctamente, una verdad como un templo es que te va a llevar directo a situaciones comprometidas, deudas, estrés… y mucho más.

Pero es que yo no puedo ahorrar ahora mismo

Esta frase la dicen muchos. Es un mantra repetitivo para autoconvencerse que van a vivir al día hasta el final de los tiempos. Sin embargo, esto es por una sola razón: 

No se plantean que, vivir con menos, no sólo te ayuda a ahorrar, sino que te aleja de ese estilo de vida que, ante un gasto extraordinario, te obliga a tener deudas y vivir aún más al día.

Estas navidades, en la comida de empresa, me pasó esto:

imprevisto-coche
Mi pequeñín sufre un buen golpe sin hacer nada…

Si yo viviera al día, y dado que tengo un seguro a terceros, me hubiera jodido las navidades porque el desgraciado que me lo hizo no me dejó una nota para arreglarlo con el seguro.

Para mí, el ahorro no es aburrido, es ser inteligente.

Y no sólo eso. Pretender aprender a ahorrar cuando no tienes opciones… no es algo que quieras hacer, es porque no te queda otra… Y lo peor de todo, es que vas a odiarlo, porque se convierte en una obligación, no lo vas a hacer por propia voluntad, por iniciativa tuya, personal.

Y cuando te recuperes… Se aplicará el efecto rebote

Es como una dieta sin ganas.

El concepto de ahorro es erróneo, ya que para lo que de verdad sirve es estar preparado para los típicos:

  • Qué pasaría si todo se va a la mierda
  • Emergencias
  • Libertad de decidir gastar X cuando tú quieras gastarlo

Y es que ahorrar… es tomado por muchos con las típicas frases:

  • Es que sólo miran lo barato
  • Únicamente compran en los chinos
  • Siempre van con la misma ropa
  • Son aburridos… ¡No hacen nada nuevo para no gastar!
  • Seguro que no tienen ninguna afición… ¡Por eso ahorran!
  • Están desperdiciando su vida

Como persona que ahorra, puedo decirte que el que decide ahorrar también tiene sus caprichos. A mí no me tiembla la mano cuando me compro unos zapatos o un bolso de 200EUR, o incluso de 500.

Es uno de mis fetiches, me encantan los zapatos… y el número exacto de los que tengo solamente lo sabrá mi armario y yo. 🙂

Sin embargo, lo cierto es que el hecho de ahorrar no hace que sienta que me estoy perdiendo cosas, ¡o que piense que mi vida sea aburrida! Sin embargo, lo triste es que los mitos del ahorro y este tipo de pensamientos… suelen ir de la mano.

Y por eso mismo ni lo intentan.

Por qué empezar a ahorrar ya mismo:

No necesitas tanto como piensas…

¿Recuerdas tus primeros sueldos? En mi trayectoria laboral, no cobraba lo mismo cuando empecé a trabajar que cuando he llevado varios años trabajando.

Realmente, yo empecé cobrando un 50% menos de lo que cobro ahora, pero tengo un recuerdo buenísimo de mi vida entonces, y cómo la disfrutaba… ¡Y eso que incluso salgo más ahora!

Sin embargo, como puede no ser comparable el estilo de vida que se lleva con 20 que con 30, o 40, o incluso 50… voy a ejemplificarlo con el bolso de una mujer.

Cualquier mujer.

Bolso pequeño // cartera de mano:

El espacio es muy limitado, así que mete lo indispensable: llaves, cartera, móvil, un pintalabios y, si queda espacio, meterá pañuelos, quizá una colonia pequeña, o incluso algún caramelo suelto o chicles.

Shopper grande:

Este bolso se convierte en el bolso mágico de Mary Poppins, que tan pronto te puede sacar una bolsa de plástico para la compra como un paraguas, la agenda, colorete… o todo lo anterior, incluido lo de la cartera de mano.

Cuanto más tienes, más quieres. ¡Aunque no lo necesites! Por poner otro ejemplo, vamos a hablar de tu armario vs. el de tus padres cuando tenían tu edad.

¿Te suena la famosísima frase: “No tengo nada que ponerme”?

Cada vez que le dije yo eso a mi madre para que llevara de compras, me contestaba: “Yo a tu edad tenía 3 conjuntos, ¡y tú tienes 3 armarios llenos de ropa!

Nunca vamos a tener suficiente.

Sin embargo, ¿has pensado alguna vez en qué es lo mejor que te ha pasado en la vida? Seguro que te he sacado una sonrisa al hacerte recordarlo… Pero, ¿has pensado alguna vez si eso mismo te llevaría a la bancarrota?

Una vida divertida no implica una vida extravagante, derrochadora

¿Alguna vez has oído hablar del síndrome del maniquí? Cuando una persona no sabe combinar las prendas por separado, se dedica a buscar un conjunto entero en un maniquí, o una revista, y a comprarlo todo a la vez, para no complicarse.

El problema de esa técnica es que, si se lo pone a menudo, parecerá que no tiene nada más… por lo que se ve obligado a comprar muchos maniquís, aunque jamás combine unos con los otros.

Si sabes combinar la ropa, puedes comprarte muy pocas prendas y hacer modelitos totalmente distintos, y no habrás gastado ni la mitad.

Por eso, ser divertido, o tener una vida activa, no implica tener que gastar para conseguirla. De hecho, los mejores placeres de la vida suelen ser gratis, o pueden llegar a ser muy baratos.

Hay que encontrar un balance, porque puede dar para todo. Aquí no es blanco o negro.

Se puede llevar una vida plena aún ahorrando dinero. 

Ver amigos, divertirte con tus seres queridos, irte de vacaciones, regalos para todos… y mucho más. Todo, con un presupuesto realista.

Porque lo material no da la felicidad.

Es más, en más de una ocasión, lo material sólo va a añadir estrés, ruina… y caos. ¡Piénsalo! Cuantas más cosas tienes, más cosas se pueden romper, perder… incluso te las pueden robar.

Una amiga mía, de pequeñas, se echó a llorar porque se cayó al suelo. No lloraba por haberse hecho daño, sino que lloraba porque había roto unas medias y su madre le iba a dar en el culo por eso.

Compramos, pero no lo valoramos… Puede que hasta lleguemos a sentirnos culpables por ello.

Por ejemplo, un amigo mío. No le da para comprarse un móvil a tocateja, pero le gusta tener el de última generación. Hace un par de años, se compró uno… financiándolo a 2 años, y cuando le ofrecieron el seguro de rotura de pantalla, dijo que no, que a él esas gilipolleces ni le iban ni le venían.

Una semana más tarde se quedó sin móvil. Se le cayó al suelo y se le resquebrajó la pantalla en mil pedazos. La arregló en una compañía no identificada, pero la pantalla siguió en negro.

Ha pagado durante 2 años un móvil que no podía usar, ¿fabuloso, eh?

No tienes por qué despilfarrar

No es la primera vez que digo… que yo antes gastaba incluso antes de que me lo ingresaran en cuenta, sólo porque sabía que iba a cobrarlo.

No hay por qué gastar todo el dinero únicamente porque puedes hacerlo. Principalmente, porque si te ha pasado como a mí, sabes que encontrar formas para ahorrar, y ser capaz de llevarlas a cabo, te da seguridad y paz mental.

Incluso si sólo puedes ahorrar una cantidad pequeña, es mucho mejor que nada. Es más,  hay una cosa llamada tipo de interés compuesto, que ayuda que, pequeñas cantidades de dinero, se vayan convirtiendo en una más grande, porque tus intereses te darán más intereses.

Cada uno es diferente

Imagina que vas a un restaurante con más gente, y cogéis el menú del día. ¿Cuántos elegís el mismo plato? ¿Todos? No, para nada. Con suerte, y si vais en parejas… convencerás a la tuya para compartir dos platos si os ha gustado lo mismo.

¿Cómo es eso posible? ¿No tenemos que hacer todos lo mismo? Claro que no.

¿Te molesta si uno se coge un plato distinto al tuyo? Lo dudo bastante…

¿Entonces? ¿Te molestaría que otros quieran ahorrar?

Si te soy sincera, creo que una de las cosas más interesantes de la vida está en la diversidad. Todos somos diferentes (de ahí la famosa frase de “si es que es de su madre y de su padre” porque coge las rarezas de los dos). Y es que, si todos tuviéramos la misma vida… sería demasiado aburrido.

Sin embargo, a la gente le gusta juzgar. Hay muchos que critican que otros ahorren porque luego tienen envidia de su éxito… O puede que no sea envidia, puede que sólo sea que como ellos no lo hacen, lo ven como diferente, y tienen la necesidad de comentarlo. Sólo para ver si el resto también lo está haciendo, para que todos hagan lo mismo que ellos.

He visto parejas en las que uno oculta al otro un problema de deudas por culpa del juego, y siente la obligación de gastar de cara al mundo dinero que debe a otros, para que no descubran esas deudas. Por fachada.

También he conocido a gente que ahorra y lo oculta, únicamente para que no le juzguen, o le llamen rácano.

¿Te ha pasado alguna vez a ti? ¿Qué has hecho al respecto?

Cuanto menos gastas, menos necesitas

Llegados a este punto, tenemos que diferenciar dos conceptos:

  • Si gastas menos, ahorras más – puedes tener un colchón de seguridad, una previsión ante gastos inesperados, incluso para tu jubilación…
  • Si te acostumbras a gastar en lo importante, se convertirá en un hábito y pensarás igual en el futuro – cuando tengas tu vida hecha, los gastos necesarios disminuyen (hipoteca, hijos, colegios, transporte al trabajo… todo eso desaparece), y a parte de lo que hayas ahorrado, no tendrás por qué usar todo tu sueldo, por lo que puede que te puedas jubilar antes (si tienes entre 20 y 30, deberías saber que no te va a llegar pensión por jubilación… así que, siento decírtelo pero… tu vida va a depender de ti totalmente)

No hay garantía de que siempre vayas a tener los mismos ingresos

Ahora mismo no es necesario que ahorre, porque tengo trabajo

Lee esta frase con atención: lo único seguro es la muerte. Nada más está garantizado.

Hace unos años, cuando entraba a trabajar en una multinacional, me preguntaron que por qué quería el trabajo. Contesté que quería estabilidad.

Su respuesta me asombró, porque me preguntaron si sabía en qué consistía un trabajo por obra y servicio. 

Para mí, que había sido agente colaborador (un autónomo al que pueden despachar en cuanto no cumpla objetivos), tener una fecha de fin de contrato era saber cuándo iba a tenerme que sacar las castañas del fuego.

Si además le sumaba que, aunque hubiera sido contratada como indefinida, era la que menos tiempo llevaba contratada (despido más barato por antigüedad), la fiabilidad de tiempo podía ser la misma…

Por lo que, para mí, ese contrato era más que estable.

Cuando contesté aquello, no sólo asintieron, sino que desde RRHH me dijeron que nunca lo habían visto así, y que estaban totalmente de acuerdo conmigo.

No hay que ahorrar porque debes hacerlo, sino porque puedes hacerlo, porque no sabes si vas a perder tu trabajo, sufrir un accidente, una enfermedad… Hay millones de imprevistos que pueden paralizar tus ingresos.

Y el paro… se acaba.

Las mejores cosas son gratis

Piensa por un minuto en tu vida.

¿Tienes algún amigo con el que puedas contar? ¿Alguien que se preocupe por ti y cuide de ti? ¿Alguien con quien compartir tu vida?

¿Te cobran por ello? No. Lo cierto es que su cariño, su amistad, su apoyo… no cuesta absolutamente nada.

Piensa en un bebé. Te ofrece amor incondicional a cambio de cariño. Y me juego la mano derecha a que cada vez que les das algo es con una sonrisa.

Yo a mi sobrina soy la persona que menos regalos le hace. Le dedico tiempo, y juegos, y cosquillas cuando me las pide.

El otro día, cuando vino a buscarla su madre y no se quería calzar para irse, estaba tirada en el suelo panza arriba pidiéndome que le hiciera cosquillitas mientras se enfriaba un chocolate en la nevera. Le dije, “¡Mira que mamá se va a ir con el abuelo! Y entonces, ¿qué haremos?

Y, con el desparpajo de una niña de 5 años, me soltó: “¡Genial! ¡Así me quedaré a vivir aquí contigo!

Todo, porque no nos daba tiempo a acabar de hacer unos bombones de chocolate blanco con colorante y en su casa no le dejan hacerlos.

Piénsalo un momento. ¿Qué te hace feliz sin gastar un duro?

¿Crees que tu vida sería horrible sólo por el hecho de ahorrar?

¿No piensas que puede haber un balance entre el ahorro y disfrutar de tu vida?

Deja un comentario

Información básica sobre protección de datos Ver más

  • Responsable: Ana Chacorrén.
  • Finalidad:  Moderar los comentarios.
  • Legitimación:  Por consentimiento del interesado.
  • Destinatarios y encargados de tratamiento:  No se ceden o comunican datos a terceros para prestar este servicio. El Titular ha contratado los servicios de alojamiento web a Site Ground (https://www.siteground.es/privacidad.htm) que actúa como encargado de tratamiento.
  • Derechos: Acceder, rectificar y suprimir los datos.
  • Información Adicional: Puede consultar la información detallada en la Política de Privacidad.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver
Privacidad