Queda una semana para que empiece el Black Friday. Así que lo mejor es seguir mirando cómo evitar esas compras compulsivas que nos limitan la liquidez en cuenta de esos últimos meses del año.
Este sistema lo leí hace tiempo en un blog de finanzas (no recuerdo el nombre ahora mismo) y lo suelo aplicar sobre todo a las compras grandes.
Índice
Qué es el sistema P.E.R.K.
El problema que tengo con este sistema es que, por mucho que he buscado de dónde salía… no lo he visto por ningún lado. Así que no puedo daros una introducción muy seductora, jijijij.
Sin embargo, puedo decir que funciona. También puedo decir que este sistema se basa en un acrónimo, así que vamos al lío 😉
P: Posponlo un día
En más de una ocasión entramos en el síndrome del objeto brillante, también conocido como Shiny Object Syndrom (en inglés).
Es como cuando comemos con los ojos. Abrimos la carta de un restaurante, y empezamos a ver platos y más platos que tienen una pinta deliciosa. Sin pensarlo un momento, cogemos más de lo que deberíamos pedir.
Si el camarero es espabilado, y quiere que vuelvas, te dirá: “Mira que estás pidiendo demasiado, es mejor que reduzcas raciones”
Pero de primeras, tu intención es coger todo lo que se te ponga por delante.
Y es que, se define compulsivo como:
3. adj. Psicol. Que tiene impulsos irresistibles.
Cuando algo nos entra por los ojos, nuestro primer impulso es adquirirlo, como si fuera el anillo único de El Señor de los Anillos.
Nos volvemos Gollum, cuando en realidad tenemos que hacer como Frodo y llevarlo al Monte del Destino para destruirlo.
Y para eso, tenemos que aguantar un día más sin ponernos el anillo, para ver si resistimos la tentación o simplemente lo acabamos olvidando.
Recapacita – ¿Qué otras cosas podrías hacer con ese dinero?
Gastar, o invertir, una cantidad importante de dinero en una compra implica prescindir de otras. Al final, todo se basa en decisiones, elecciones, o como he escuchado últimamente… en renuncia.
¿Qué es más necesario ahora mismo? ¿Y dentro de una semana? ¿Un mes? ¿Qué harás si tienes una urgencia? ¿Una verdadera necesidad? ¿Podrías permitírtela?
Al comprar por impulso, estamos gastando sin tener en cuenta:
- Futuro – No estamos previendo lo que puede pasar.
- Presente – ni siquiera nos planteamos si necesitamos otra cosa en este momento. Porque no nos interesa, y es que…
No hay más ciego que el que no quiere ver
Anónimo
Piensa en el tiempo que te ha costado reunir ese dinero
La venda que nos gusta ponernos en los ojos porque no queremos ver la realidad sobre que el dinero se esfuma con mucha más facilidad de lo que cuesta ganarlo… es porque no queremos hacer una comparativa.
Para cambiar esa idea, y poder analizar este hecho, es tan fácil como abrir una nómina donde ponderan tu salario por horas. Si te anotan el importe total del mes, ve directamente al convenio en el que está registrado tu empresa para ver, según tu grado, lo que te corresponde a la hora.
Lo digo porque igual que señalo que intercambiamos tiempo por dinero, no nos fijamos en la singularidad del precio de nuestro tiempo. Y es abrumadora.
El primer día que lo hice, fue días después de haber ido a Las Rozas Village y gastarme 600EUR en dos horas.
Repito. 600EUR. 2 horas.
Había ahorrado para ir allí, porque sé el peligro que tengo cuando voy de tiendas, y más cuando voy a esas tiendas. No me afectaba al presupuesto, pero si por ejemplo cotizaba a 9EUR la hora, estamos hablando de 67 horas trabajadas, si no me quitaran impuestos – que me los quitan.
2 semanas de trabajo – 2 horas en tiendas.
Piensa si has hecho alguna compra de esa cantidad, para luego arrepentirte. ¿Puede pasarte con esta? ¿Por qué?
La moda, y mi fetiche con los zapatos, me ha dado algún disgusto que otro por encoñarme en comprarme cosas que no debería.
De hecho, he regalado unos botines y unos salones porque me emperré en comprármelos por ser el último HIT y estar de rebajas. Me iban pequeños. Los dos. Y me di cuenta al empezar a andar con ellos, después de no poder devolverlos porque se había pasado el plazo.
No es que no me los pusiera hasta ese tiempo después, sino que decía: “Bah, los llevo por casa para adaptarlos a mi pie antes de sacarlos a la calle”
El primer día que los llevé de puertas afuera:
- Con unos botines de satén rojo no podía andar prácticamente de lo apretado que llevaba el pie
- Los salones de charol nude me hicieron rozaduras espantosas cuando no había avanzado ni 100 metros.
Hablamos de una suma pequeña, unos 50EUR. Pero fue quemar 50EUR por cabezonería.
E: Elimínalo de tu presupuesto
Tener un presupuesto implica que tengas en cuenta los gastos, ya sean pequeños o grandes.
Es decir, aquello que no se ampara para conseguirlo en un presupuesto, debe ser descartado. Esta opción se relaciona con la anterior, en avanzar poco a poco hacia la destrucción de ese capricho.
Si no está presupuestado, no tiene que comprarse.
Ejemplo: quieres irte de vacaciones a Nueva York, y sabes que entre vuelos, alojamiento, y excursiones… de los 1.500-2.000 no bajas, más luego todo lo que gastes allí.
Eliminar un gasto de ese calibre, y no aprovisionar para poder llevarlo a cabo… No es que te joda el presupuesto de ese mes, es que te deja temblando la cuenta durante una buena temporada.
R: Reduce otras partidas de tu presupuesto
Nos volvemos políticos. Eso sí, ¿seremos buenos o malos?
Muchas veces nos encabronamos con lo que vemos en la televisión… Efectivamente, hablo de los famosos recortes en educación, sanidad…
Ahora bien, pongámonos en el otro bando (seamos los abogados del diablo). Tenemos una masa insana de gente sin trabajo, y recibe una prestación. Cuando se realiza ese presupuesto, se incluyen esas prestaciones.
No salen las cuentas.
¿Quién lo paga?
Otras partidas que, aunque sean igualmente necesarias, se pueden modificar… temporalmente. Es un traspaso de fondos, con el que nunca vamos a estar conformes ni de acuerdo.
Sin embargo, se trata de elecciones. Decisiones.
Priorización.
Renuncia.
¿A qué estás dispuesto a renunciar por hacer esa compra?
K: Keep (Mantenlo)
Una vez tomas una decisión, no te vuelvas una persona veleta.
Más que nada, porque vas a tener demasiados quebraderos de cabeza, dudando en todo momento de qué es mejor hacer. Sé firme contigo mismo, porque lo haces por tu propia conveniencia.
¿Habías oído hablar de este método de toma de decisiones financieras? ¿Lo habías aplicado antes? ¿Cómo lo usarías a tu favor ahora?