En muchas ocasiones, nos centramos tanto en nosotros mismos que nos olvidamos que somos una pareja…
Empezamos a pensar que la otra parte debe dar más y más de sí, pero… ¿Cuántas veces hemos visto un cambio cuando la otra persona ha dejado de darnos más? ¿Y nosotros? ¿Qué hemos dado?
Este mes, que es el mes del amor por excelencia… me gustaría que, ya sea para amigos, familiares, o tu propia pareja, te hagas estas preguntas:
Índice
Relaciones: preguntas de evaluación
Resumen general
- Resume, en uno o dos párrafos, el año anterior.
- ¿Qué es lo que más agradeces de el año que has dejado atrás?
- ¿Qué ha sido lo que más te ha gustado hacer? ¿Con qué te has sentido más pleno?
- ¿Alguno de tus valores ha cambiado?
Salud
- ¿Qué has hecho para cuidarte este año?¿Lo has hecho porque te apetecía o porque te sentías obligado?
- ¿Sigues unos hábitos de vida saludables? ¿Os apoyáis mutuamente? ¿O te encuentras sólo?
- Describe tu salud a lo largo de este año. No hablamos de peso propiamente, o si asoma la mollejilla por encima de la cintura del pantalón, hablamos de informes médicos. ¿Los parámetros son estándar? ¿Hay alguno en el que tengas que cuidarte más?¿Has tenido que variar tu alimentación sólo por eso?¿Sólo por los tuyos o por los de tu pareja también?
- ¿Cómo ha sido tu rutina de comidas este año?
- ¿Y de ejercicio?
- ¿Cuál ha sido tu actitud para comer, beber y hacer ejercicio?¿Constante o sólo de vez en cuando?
Trabajo
- ¿Estás satisfecho con el trabajo que haces? No hablamos del puesto de trabajo en sí mismo, si no de la actividad que realizas.
- ¿Te llena tu trabajo? ¿Cambiarías algo? ¿El qué y por qué?
- ¿Tienes algún objetivo nuevo en tu puesto de trabajo? ¿Te gustaría seguir alguno nuevo? ¿Te has planteado solicitarlo? ¿O te lo han denegado directamente?
- Escribe lo más destacado de tu trabajo este año.
- ¿Te sientes apoyado en tu trabajo? ¿Eres incapaz de compartir los días malos o buenos con tu pareja y amistades? ¿Apoyas tú cuando te cuentan los problemas? ¿Cómo?
Finanzas
- ¿Cuál ha sido tu situación financiera este año?
- ¿Te has planteado algún objetivo? ¿Lo has conseguido?
- ¿Tienes algún reto financiero para este año?
- ¿Has hecho un plan para llevarlo a cabo? ¿Está funcionando? ¿No? ¿Qué barreras te estás encontrando?
- ¿Tienes algún problema financiero? ¿Lo has compartido o eres incapaz de compartirlo? ¿Sientes vergüenza? ¿Cómo te hace sentir tu dinero?
Desarrollo personal
- ¿Cómo pasas tu tiempo libre? ¿Te aporta bienestar o ni siquiera lo notas?
- ¿Tienes tiempo libre? ¿Qué harías para conseguirlo? ¿En qué lo emplearías?
- ¿Has sabido diferenciar entre trabajo y placer? Muchas veces, dentro de nuestras propias vacaciones nos centramos más en lo que queda pendiente del trabajo, y no lo aprovechamos… Nuestra mente necesita descansar.
- ¿Has participado en alguna actividad este año? Gimnasio, clases de pintura, canto, salir a correr, un club de lectura, aprender algo nuevo…
- ¿Te has planteado algún reto? ¿Lo has llegado a superar o te has quedado por el camino? ¿Has tenido alguna barrera? ¿Cómo la has pasado?
- Este año pasado… ¿te ha decepcionado algo? ¿Podrías decir algo positivo de ese hecho? ¿Lo que has aprendido? ¿Tu actitud para superarlo?
Relaciones
- ¿Ha habido algún momento complicado con alguien (amigo, familiar, pareja, compañeros de trabajo…) que ha hecho determinante tu forma de actuar en esa relación? ¿Cómo te hace sentir? ¿Estás al filo del abismo?
- ¿Has dedicado tiempo a ayudar a los demás? ¿Cómo te has sentido?
- ¿Y cómo los has ayudado?
- ¿Te han ayudado a ti? ¿Cómo lo han hecho? ¿Y cómo te has sentido por eso? ¿Agradecido? ¿Intimidado? ¿Con pánico?
- ¿Estás satisfecho con la forma en que te relacionas con los demás? ¿Sientes que necesitas cambiar algo? ¿Por qué? ¿Cómo lo harías?
Emociones
- ¿Has llegado a sentir que has hecho algo jodidamente bien? ¿Cómo te has sentido?
- ¿Crees que este año han pasado cosas que te han llevado a un lugar, o una situación… en la que ni por asomo pensabas que estarías? ¿Ha sido para mejor o peor? ¿Cómo te sientes por ello?
- Sobre todo, en las situaciones anteriores, ¿has sentido que has mantenido el control de una forma que no esperabas? ¿Te has derrumbado? ¿Cómo has actuado? ¿Qué te hubiera gustado hacer en vez?
Cómo ser feliz y no morir en el intento
El objetivo de contestar a estas preguntas solo… es únicamente para que puedas ver cómo te has sentido en los distintos escenarios que suele haber a lo largo del año.
Lo mejor es hacerlo con papel y boli, para poder desarrollar los puntos que más te identifican. Principalmente, porque los que menos desarrollas suelen ser:
- O que no los has llevado a cabo, por un motivo concreto, pero te hacen sentir incompleto.
- Lo has intentado hacer, pero no ha salido bien, o como te hubiera gustado para sentirte satisfecho.
No hay que fustigarse en ninguno de los dos casos. Sin embargo, es una forma de aprender sobre nosotros mismos. Cómo nos gestionamos, cómo nos portamos respecto a los demás, en qué puntos flojeamos, en qué puntos estamos en la cima…
Porque la cima hay que mantenerla, pero si no llegamos… tenemos que esforzarnos todavía más 😉
Llegados a este punto, y antes de compartir nuestras respuestas con otras personas… debemos intentar ver que, para aumentar nuestra dicha, tanto personal como en conjunto con la pareja… hay 6 factores:
Buscar la felicidad en las cosas pequeñas
Es efímera, minúscula, pero te llena el pecho de una forma que te calienta el cuerpo totalmente.
Si sólo esperamos sorpresas inmensas para ser felices, nunca estaremos totalmente satisfechos. Sin embargo, el hecho de poder alegrarte de los momentos más insospechados… más sencillos incluso (ejemplo: un día horrible en el trabajo te esperan a la salida para llevarte de vuelta a casa) te calma.
Dejar de aplicar el: «Consejos vendo, y para mí no tengo»
¿Sabes la típica pregunta de: «es que tengo un amigo al que le pasa esto….» que se utiliza muy alegremente para contar tu propio problema?
¿Por qué no decírtelo a ti mismo? Si vas dando consejos a los demás sobre las situaciones, ¿por qué no ponerte como una tercera persona para aconsejarte a ti? Si no lo haces porque sabes que no te va a gustar la respuesta… es porque tú ya sabes que hay que cambiar algo.
Pide a la persona que más pienses que va a ayudarte que sea lo más sincera posible, incluso en esos momentos en los que no quieras escuchar la respuesta. Como una tira de cera que hay que arrancar de la piel de un tirón para no notar como te arranca pelo a pelo.
Sin dolor.
Convierte tu obsesión en tu vía de escape
Si tú te sientes cómodo haciendo una actividad repetitiva una y otra vez, únicamente porque te relaja, te calma y sosiega… Por mucho que el resto puedan pensar que es algo obsesivo, compulsivo…
Repítelo.
Hazlo hasta que te sacies. Más que nada, porque es lo que te relaja, lo que te hace mantener la cordura en los momentos difíciles.
Sonríe
Se nos olvida sonreír, continuamente.
Es como dar las gracias. Júntate con las personas que te saquen una sonrisa, y busca su sonrisa también. Agradéceles lo que hacen por ti, porque no cuesta nada dar un gracias, y cuando lo haces… acabas sintiéndote satisfecho, pleno… Al principio siempre lo hacemos por inercia, pero con el tiempo acaba asentándose en nuestra cabeza, y en la del que tenemos delante, que siempre va a querer un gracias por lo que hace por ti.
Escribe y destroza
Hay ocasiones en las que somos incapaces de abrirnos. Bien porque no estamos preparados para manifestar un miedo, nos da vergüenza, nos aterroriza lo que puedan pensar sobre nuestros propios sentimientos…
En esos momentos, coge papel y boli, escribe todo lo que te venga a la cabeza, para liberarla… y luego destrúyelo. Es liberador, es una forma de expresarlo, de darle vida… sin que nadie opine al respecto o cree un juicio sobre ello.
Deja que te dé el sol
Salir a que nos dé el aire, para que se ventile la cabeza y las ideas… es algo a lo que recurrimos muchos. Y no sólo porque no queremos que se nos eche la casa encima.
Al igual que nos gusta airearnos, necesitamos que el sol nos toque. Que nos caliente y nos calme. Sal a pasear, aunque sea 5 minutos en invierno en la hora de la comida del trabajo.
No salgas de noche, pases tu día encerrado en 4 paredes y salgas de noche de trabajar.
Relaja, ayuda, y calma.
Comparte con tu pareja
Tener pareja implica apoyarte en ella en lo bueno y en lo malo. Por eso, es bueno que cada cierto tiempo tengáis una charla, por no llamarlo reunión… donde pongáis de manifiesto qué es lo que está pasando.
Sin tapujos, a corazón abierto.
Aquí no voy a entrar en rollos raros de sexismos y machismos, principalmente porque cada pareja es un mundo y lo acuerdan ellos cómo va a funcionar la relación. Si no lo acuerdan y cada uno coge un rol… está haciéndolo de modo implícito, y tiene la misma validez.
Agradece lo que ha hecho por ti este mes
Planchar las camisas, hacer la comida, llevar el coche al taller, arreglar un enchufe, formatear el móvil… O irte a buscar o llevarte a trabajar porque no puedes usar tu coche.
Si ha hecho algo por ti, es de agradecer, porque nunca debe tener obligación de hacerlo.
Muestra tu amor y compromiso respecto a tu pareja
El compromiso de la pareja, no escrito, es intentar hacer feliz al otro, y respetarle como se respeta a uno mismo, por lo que en esta reunión hay que buscar sacar una sonrisa y preguntarte a ti mismo cómo puedes seguir haciéndole feliz día a día.
Qué hemos hecho este mes
Sin buscar culpables, como todos somos humanos puede que haya habido cosas negativas este mes. Para que no vuelvan a suceder, tenemos que ver formas, como una unidad, para poderlas hacer positivas en la próxima reunión.
Igual que hay cosas que se pueden mejorar, hay otras que se deben celebrar, por lo que en vez de ponernos medallas individuales por los triunfos, como estamos acostumbrados muchas veces, nos felicitamos por haberlo hecho entre los dos.
Presupuesto y desviaciones
En una relación de pareja, hay siempre objetivos financieros individuales y conjuntos. Se debe tener una visión del dinero conjunta, aunque tengamos nuestras propias opiniones individuales.
Llevamos a cabo la negociación, el qué se puede mejorar, en qué hemos fallado y, sobre todo, qué es lo que hemos conseguido.
Y planificamos, como pareja, el presupuesto del mes próximo para poder cumplirlo entre los dos.
Planificación mensual
O semanal, o quincenal… como mejor podáis organizaros como equipo.
Una familia actúa como un equipo. Todos siempre tienen una misión a cumplir y no puede recaer el peso de todo sobre un único pilar. Porque si no, puede derrumbarse en cualquier momento.
Qué comidas hay que hacer, qué debemos comprar, cómo vamos a hacer la colada, qué días vamos a limpiar, cuándo vamos a ir al banco, o a cierto organismo público, quién va a ir a las citas médicas, si hay que organizar una comida por cumpleaños, vacaciones…
No todo recae sobre uno, hay que dividir el trabajo y llevarlo a cabo.
Más que nada, porque al final… queramos o no, acabamos cogiendo unos roles “porque no lo hace nadie”, y nos quemamos porque la otra persona no lo hace. ¿Has probado a no hacerlo para ver si, tarde o temprano, lo hace? Porque yo mientras compartía piso sí lo hice, y acaban haciéndolo.
No te puedes quemar por algo que la otra persona no sabe que te quemas. Puede presuponer que a ti no te importa, o incluso que lo disfrutas (aunque sea lo que más odies del mundo mundial).
Si no lo dices, ¿cómo esperas que lo sepa? ¿Sabes que puede pensar exactamente lo mismo de la más mínima tontería que tú no haces?
Esas redecillas… son las que acumulan mierda y hacen una gran bola de nieve que, cuando empieza a caer a toda velocidad por la cuesta… se lo lleva todo por delante.
¿Y tú? ¿Compartes con tu pareja? ¿O te lo guardas todo?