Hablar de un recibo, o un pago por un servicio, es algo muy trivial. Generalmente, sabemos que nos cargan los recibos a final de mes, o primeros del mes siguiente, pero no solemos tener en cuenta las implicaciones de los recibos en el banco.
La operativa que nosotros conocemos:
- Contratamos un servicio con una empresa.
- Facilitamos el número de cuenta para dar de alta el servicio.
- Cargan los recibos en el banco.
- Mandan la factura.
- Y, como mucho, si queremos cambiar la cuenta de cargo, llevamos al nuevo banco el último recibo, y les pedimos que cambien la domiciliación.
Y ahí, se acabó todo.
Índice
La importancia de saber cuándo te cargan los recibos
A la hora de crear un presupuesto, debemos saber la frecuencia de los recibos.
No es lo mismo un recibo mensual que uno bimestral (cada dos meses), trimestral, semestral o incluso anual.
La periodicidad de un recibo influye en la liquidez de la cuenta, es decir, el dinero que vas a tener disponible para usar en otras cosas.
El impacto de ese cargo en tu cuenta.
Por ejemplo, para mí Agosto y Septiembre son meses malísimos, porque a parte de lo estándar, me toca:
- Pago de las vacaciones
- Revisión del coche
- Seguro del coche
- Cumpleaños varios y sus respectivos regalos
Sin embargo, como sé que esos meses son peores en gastos, y no quiero ir canina, o como si fuera una modelo que lucha por no comer y engordarse… Hay que prever.
Por qué analizar el importe de los recibos
El mayor defecto de fábrica de alguien que se dedica a la contabilidad, o a las finanzas… es que necesitan que todo cuadre.
O, al menos, que cuadre con lo que tiene metido en su cabeza.
A mí, que me la intenten colar con algunos datos de las facturas de transporte, o que han intentado cobrarme un material que he reclamado porque no lo he recibido… es como cuando a ti te cargan una comisión en tu cuenta cuando no debería.
¿Te jode? ¡Como para no!
Bien, para evitar encabronarte y perder el tiempo, hay que analizarlo y sopesarlo antes. Y así, vas a poder…
Negociación de precios (¡Y no hablo de proveedores!)
Como bien sabes, he vivido de alquiler mucho tiempo.
Antes compartía piso, pero en 2015 me cambié a otro para mí sola. Y antes de empezar a mirar pisos, cogí todas las facturas de los últimos dos años y las separé por tipología de suministros:
- Luz
- Gas
- Agua y basuras
En ese momento, las únicas que me interesaban eran las de Gas, porque el precio que iba a estar dispuesta a pagar de alquiler iba a variar si había, o no, calefacción central. De hecho, como me habían dicho lo que podía llegar a subir la factura de la luz con la eléctrica, cualquier piso sin calefacción a gas o central estaba más que descartado.
Esto es aplicable no sólamente a los alquileres, sino a la hora de comprar una casa. No pueden pedirte lo mismo, independientemente de los metros que tenga, o donde esté ubicada, por una casa sin calefacción a gas, o con calefacción central.
Es como elegir una casa con o sin ascensor, y el precio que pueden subir de un portal a otro por esta diferencia.
Fin de ofertas con proveedores
El otro día empezó a preguntar una amiga en un grupo con qué compañía teníamos el ADSL, la pregunta del millón cuando se acaba la promoción y avisan de la subida.
Cada vez hay más compañías, y más anuncios, que personalizan sus servicios a sus clientes. Ya no sólo en telefonía móvil, fija, Internet. Se ha extendido a canales de televisión de pago, electricidad…
Joder, ¡si hasta hay ya compañías de teléfonos que tienen servicios para la luz a bajo coste!
Y eso que, al principio, sólo estaba con los seguros. Sin embargo, aunque lleva mucho tiempo este tipo de cambios de compañía, muchas veces cometemos el mismo fallo y tenemos que duplicar un pago.
Ejemplo, en el mercado de seguros
Está explícitamente marcado en el contrato que para la cancelación del seguro debes notificarlo, por escrito, dos meses antes de la fecha de renovación automática del contrato. Si no lo haces, pueden cargar el recibo y entrar en negociación de la devolución de la prima, total o parcial.
Lo que no aparece es que, si devuelves el recibo del seguro (pueden cargarlo hasta tres veces máximo), este se cancela automáticamente. Y la cobertura finaliza el mismo día de la renovación automática del seguro. Esto, obviamente, no es aplicable si lo has contratado en un banco, porque allí la devolución va a estar bloqueada.
Un caso real ha sido el de mi compañero de oficina.
David se ha mudado de piso para ir a vivir con la novia, y quería dar de baja el ADSL y el fijo. Al final, lo convencieron para que se lo llevara al otro piso, y a las dos semanas, cuando fueron a instalarlo (recibo ya cargado) no había señal.
Volvió a llamar para cancelarlo, porque no recibía servicio, y la nueva persona que lo atendió le explicó que allí todavía no tenían la fibra instalada. Acabó tramitando la baja del servicio por escrito, y la mandó, pero no recibía respuesta ni indicios de abono del recibo.
Lo devolvió, y al mes siguiente le cargaron el que había devuelto, el de ese mes, y un suplemento por la instalación de una línea que no funcionaba. Obviamente, devolvió todos, y lo llamaron por estar en la lista de morosos. Cuando explicó el incidente, le indicaron que el primer recibo que había devuelto lo tenía que abonar, que lo otros lo cancelaban.
Como se negó, esa compañía avisó al ASNEFF, que distribuye esta información al resto de empresas que ofrecen servicios, de modo que si él quería darse de alta con otra compañía, no le abrirían contrato si no lo paga.
¿Que por qué? ¿Por qué son así de malas las compañías con las que contratas servicios?
Porque si ya lo ha hecho antes, ¿quién te dice que no te lo vaya a hacer a ti?
Al final, acabó pagándolo. Cuando lo contaba, enfadado, le dije que como lo había hecho por teléfono y esas llamadas se graban por calidad, que reclamara la mitad del recibo.
Se lo han devuelto.
Oferta y demanda
La teoría económica implica que, conforme aumenta la demanda, van apareciendo nuevos oferentes en el mercado. Aplicado a la práctica, podemos ver que la antigua Telefónica, con monopolio en España, ahora debe utilizar promociones y ofertas exclusivas porque, si no, se llevan su cuota de mercado otras compañías.
Y no solo hablo de las grandes como Vodafone u Orange, si no las low-cost tipo Lowi, Pepephone, Jazztel…
A más oferta, más poder de negociación de precios tiene el consumidor. Porque como las de bajo coste utilizan líneas secundarias de las más grandes, la red les sigue llegando a prácticamente cualquier lado.
No hay que ser comodón, o utilizar siempre Rastreator. Úsalo, pero luego investiga esas compañías para acabar de tomar tu decisión, que a veces… lo barato sale caro.
El elemento desconocido del consumidor – el sistema SEPA
En 2014 trabajé como apoyo en el equipo de incidencias operativas para el equipo de empresas, porque mi trabajo principal eran los clientes extranjeros y necesitaban a alguien que pudiera explicar en inglés el último HIT en banca – el SEPA o Single Euro Payment Area.
Lo más guay, por llamarlo de alguna manera, era que gracias a esto, hacer una transferencia a España, o a otro país dentro de la UE, tardaría lo mismo.
24 horas hábiles.
Aunque eso está muy bien, no era lo más jugoso de este sistema. Iba a haber bastantes cambios en el mundo de los recibos.
Activación del contrato
El sistema SEPA necesita que el consumidor acepte expresamente el cargo de ese recibo en cuenta. Para ello, tú debes rellenar en el contrato tu número de cuenta y firmarlo. Y tu proveedor debe conservarlo para, si hay algún impago, poderlo presentar como que tú has solicitado ese servicio y tiene derecho a cobrarlo.
Si en algún momento, te cargan en cuenta cualquier recibo que no tenga este documento firmado… El proveedor tiene todas las de perder. Y lo único que tienes que hacer es:
- Poner una orden de bloqueos de pago a esa empresa
- Dar aviso de no contrato en el servicio al consumidor, notificando que no has firmado en ningún momento la acreditación del SEPA.
Devolución de un recibo estándar
El enemigo de las empresas… La facilidad para devolver recibos y el tiempo en que puedes solicitarlo.
Hasta 2014, se podía devolver un recibo los siguientes 30 días de haberse cargado. A partir del nacimiento del SEPA, los días para poder devolver un recibo, cargado correcta o incorrectamente, asciende a 58 días naturales.
¿Cuál es la diferencia entre un día natural y un día laborable?
Días naturales
Se entiende como día natural cualquier día de la semana, incluidos domingos y festivos.
Días laborables
De lunes a viernes, sin incluir fines de semana (sábado en según qué sectores sí es laborable, en el financiero no lo es) ni festivos SEPA (correcto, tiene su propio calendario de festivos)
Tener la posibilidad, durante 2 meses completos, de devolver un recibo, y lo más importante, que la fecha del abono por la devolución, sea la misma que la del día que te cargaron el recibo, como si nunca hubiera existido…
Es un arma letal para un cliente como cualquiera de nosotros.
Devolución de recibo con carácter extraordinario
Y no acaba en los dos meses.
Si, por ejemplo, te han estado cargando erróneamente recibos:
- De otra persona por un error en la domiciliación del banco
- Por un servicio que no has contratado
- Incluso un contrato donde se están incumpliendo condiciones
Y tú puedes demostrarlo porque NO has firmado el documento SEPA, o en el contrato asociado a ese documento NO están aplicándose bien las cláusulas…
Puedes devolver los recibos de ¡hasta los últimos 15 meses!
¿Cómo hacerlo? Presentando la documentación tanto en el banco como en el servicio de atención al consumidor. Ellos realizan el resto.
Anotación:
siempre es aconsejable que, para estos trámites, consultes antes de hacer nada con tu asesor, o con la persona encargada de realizar estas acciones, por las implicaciones que puede tener con la empresa contra la que vas a realizar dichas devoluciones siempre y cuando sean procedentes.
Esta información no incluye asesoramiento legal, únicamente expresa las características del nuevo sistema bancario español
¿En algún momento te has encontrado en una situación comprometida de este tipo? ¿Qué has hecho al respecto? ¿Crees que podrías haber conseguido más?