En el momento en que escuchamos la palabra estatus, normalmente, lo primero que nos viene a la cabeza es la palabra etiqueta. Y es que, la RAE define el estatus como
1. m. Posición que una persona ocupa en la sociedad o dentro de un grupo social.
Sin embargo, no lo tomamos como una etiqueta cualquiera, en plan: ¿será el líder? ¿el que escucha? ¿el gracioso? ¿el responsable? ¿el alocado?
No. La etiqueta es diferente.
Porque confundimos estatus con estrato:
2. m. Capa o nivel de una sociedad .
Desde niños hemos estado escuchando, una y otra vez, en clases de historia, las diferentes jerarquías y clases sociales que comprendían las distintas etapas de nuestra cultura. Si a eso, le sumamos la tendencia que tenemos a compararnos, y a llevar el significado de las palabras a nuestro terreno… el escuchar estatus acaba asociándose a una clase social u otra.
Índice
Qué posición quieres ocupar en la sociedad
Las posiciones: primero, segundo, tercero… o último.
Nadie quiere ser el último, y quien diga que sí… miente. ¡¡Miente como un bellaco!!
Sin embargo, y aunque por instinto primario todos queremos mejorar, queremos más… a veces nos obsesionamos tanto con el final que sufrimos un montón de caídas adicionales durante el camino.
Y cuando hablo de caídas, hablo de errores:
- Apostar por ver si ganas dinero fácil
- Horas extra en el trabajo
- Inversiones arriesgadas
- Endeudamiento
Y que causa:
- Ataques de ansiedad
- Estrés continuo
- Insomnio
- Problemas gastrointestinales
- Sobrepeso
- Taquicardias
- Dolores de cabeza
Todo… porque como queremos mejorar nuestro estatus, nuestra posición… perdemos el norte.
Tipos de posición
Igual que el significado del dinero no es el mismo para unos que para otros… no es lo mismo la posición.
Mientras que algunos necesitan más atención, sentirse apoyados por el resto, sentirse queridos por los demás… A otros les da absolutamente lo mismo lo que opinen de ellos, centrándose más en otros aspectos.
De ahí, que haya distintos tipos de objetivos, y que algunos los marquen en función de lo que el resto espera de ellos.
Concepto de riqueza
Asociamos el concepto de éxito profesional a un buen salario. Uno desorbitado. Igual que asociamos ese sueldo, esa paga… con la riqueza.
Sin embargo, lo que no tenemos en cuenta es la diferencia entre estos dos últimos conceptos
Paga o sueldo
Cantidad de dinero que entra todos los meses, como resultado del trabajo.
Riqueza
Cantidad de dinero que ahorras, y va creciendo con el paso del tiempo. O lo que es lo mismo, está ahí si lo necesitas
Diferencia
Es decir, la salud financiera se basa más en lo que ahorras y mantienes como tuyo, que en lo que puedes gastar si ganas más dinero.
No voy a negar que el primer pensamiento es que es más fácil poder ahorrar una suma más elevada ante un mayor sueldo. Sin embargo, no tiene por qué coincidir. De hecho, quiero preguntarte:
Si te han subido el sueldo, ¿has seguido ahorrando lo mismo y gastándote ese aumento… o has seguido gastando lo mismo y ahorrado más?
La típica herida que te haces cuando te das un golpe, o las incisiones en la roca ante movimientos de estratos en la tierra… crean brechas.
Hendiduras profundas que llegan hasta la superficie, haciendo visible la diferencia que separa dos puntos que son, aparentemente, iguales.
Igual que en la naturaleza, hay brecha social, porque no todos somos iguales… En economía, a este concepto se le denomina GAP. Y, como no hay mucha imaginación, en finanzas se llama GAP financiero.
Lo que determina esta brecha es tan simple como restar los ingresos y los gastos, sin dejarse nada en el tintero. Y, con esa diferencia, ponerlo en un punto del escalafón, marcando la riqueza con lo que te queda. Por eso insisto tantas veces en esas diferencias…
La riqueza no tiene nada que ver con cuánto ganas, tiene que ver en cómo lo utilizas y cómo marca tu estilo de vida.
Estilo de vida
Nos guste o no, nos comparamos con los demás.
Nos comparamos por lo que cobra cada uno, lo que gasta cada uno, y el estilo de vida que lleva. Y lo clasificamos en un estrato.
El Gobierno hace exactamente lo mismo. No tiene en cuenta cómo utiliza el dinero que pasa por sus manos, sino que marca una cifra para decirle: «Mira, como tienes esta posibilidad de riqueza, debes pagar tanto en concepto de impuestos, como contribución con la sociedad para que esto siga funcionando como hasta ahora.»
Expectativa
Pensamientos. Prejuicios. Expectativas. Apariencias.
Son sólo palabras, pero son palabras muy peligrosas porque se relacionan subconscientemente con las brechas sociales. Así de retorcidos podemos llegar a ser.
Cuando conoces a alguien, ya sea por primera vez o desde hace tiempo, una de las típicas preguntas que se hacen o se han hecho ya es la de: ¿En qué trabajas?
De hecho, y para que te hagas a la idea, cuando yo tenía 22 años, salí de la carrera y empecé a trabajar en un banco (de becaria), me la preguntaron un día de fiesta y dije inocentemente: Trabajo en banca.
Y me contestaron, directamente: «Joder, manejas, ¿eh?«
Realidad
Por mi parte, que estaba con un convenio de colaboración en el que yo trabajaba gratis y el banco me pagaba un máster de casi 10.000EUR, fue como si me tiraran agua helada a la cara. ¿Qué manejaba? ¿El dinero de los demás? ¿O el mío? ¡Porque yo les había dicho a mis padres que pensaran como si fuera un quinto año de Universidad!
La gente, simplemente, y por el tipo de trabajo que ejecutan, prejuzga sobre un sueldo, piensa en cómo lo disfruta, y crea una expectativas sobre la persona que tiene delante.
La clasifica en un estrato social, le pone una etiqueta con expectativas asociadas, y luego, si acaso… ve si es verdad.
De ahí que exista la famosa frase de «Las apariencias engañan«
Tu situación
El dinero que ganas no es lo más importante, lo que importa es que cubra tus necesidades reales, el estilo de vida que te gusta llevar, y que te permita llevarlo a cabo. Como el resto de la gente no sabe tu situación, ni tu mentalidad, por defecto siempre va a generar etiquetas aleatorias, prejuzgadas por lo que ha oído que suele pasar cuando trabajas en un sitio u otro, o ganas una cantidad u otra.
Sin embargo, lo que está en su cabeza… no tiene por qué coincidir con lo que está en la tuya. Y tu mayor error es que sus pensamientos, o sus posibles pensamientos… influyan en tus decisiones.
Pan para hoy, hambre para mañana
Me pongo seria. Seria de verdad.
Y lo hago como una persona de clase media que ha estudiado económicas. Sobre el papel, las ideologías filosóficas que se asocian a la economía son muy bonitas. En el mundo de hoy en día, no todas funcionan. Y cuando hablo de esto, hablo de política económica (que no tiene nada que ver con la política de hoy en día).
GAP salarial, financiero, y de tiempo
Hay tres tipos de brechas:
- Salarial – que es la diferencia entre tu salario bruto y neto
- Financiero – resta de ingresos menos gastos
- De tiempo – libre menos obligaciones
Clásicos
Capitalismo puro y duro, enfocado en la relación de tiempo disponible y sueldo. Asocian tu paga al tiempo que tú trabajas, de modo que, cuanto más trabajas, menos tiempo disponible tienes… pero más cobras. Y viceversa.
Liberalismo
Bienestar social, publicada en 1936 por Keynes, cuando se luchaba por los derechos de los trabajadores. Ante el desequilibrio entre tiempo invertido en el trabajo y el sueldo recibido, se opina que el Estado debe intervenir en ciertas ocasiones para equilibrar las posiciones sociales.
Diferencia
Hoy en día, se han conseguido derechos laborales, y la gente ya no trabaja jornadas de 14-16 horas al día por una miseria.
Bueno, o eso creo yo (puedo estar equivocada, no conozco la situación personal de cada uno…). Aquí, en España, se sigue utilizando el liberalismo como teoría económica, como en toda Europa, mientras que en EEUU se postula más la economía capitalista y hay una brecha mayor en la sociedad.
¿Por qué? Por los impuestos que paga cada uno y los beneficios sociales (Seguridad Social, prestación por desempleo, por jubilación…). Mientras que en Europa amplían el GAP salarial para destinarlo al bienestar social, en EEUU se limita ese GAP para que cada uno administre su posible riqueza como buenamente pueda… o sepa.
¿Mi opinión? Opto por el capitalismo americano, más aún ahora que cada vez hay menos gente que quiere trabajar, que lo hace en B, y que yo aporto pero sé que no voy a recibir. Lo siento, soy así de egoísta. Y lo soy porque yo organizo mi dinero según mis necesidades actuales y futuras, mientras que sé que el gobierno organiza mi dinero únicamente sobre las necesidades actuales de otros, pero no tiene en cuenta mis necesidades futuras. Sabe que están ahí, pero corre un tupido velo.
Pan para hoy, hambre para mañana.
¿Cómo quieres vivir?
La importancia de tener en cuenta esta diferencia es clave para entender que nadie, mejor que tú, sabe cómo quiere vivir.
Hoy. Mañana. Dentro de un mes. En 10 años. 40. Cuando te jubiles…
Por eso, en finanzas personales siempre debe haber tres objetivos: corto, medio y largo plazo.
El gobierno se centra en el corto plazo, pero como no sabemos cómo va a evolucionar la economía, como no sabemos qué va a pasar a nuestro alrededor… Es obligación nuestra, para poder dormir por las noches, centrarnos en el resto de plazos.
Aunque opino que el dinero no es lo más importante, o el concepto de riqueza no es lo más importante para vivir bien… Sí que son necesarios 4 pilares para reducir tu brecha, entre lo que tienes, y lo que quieres.
PILAR 1 – Motivo
¿Quieres tener una casa? ¿Liquidar esa deuda que te sangra mes a mes sin piedad? ¿Un colchón de seguridad por si te quedas sin trabajo? ¿O simplemente por saber que, si se te rompe la lavadora, vas a poder comprar una sin un préstamo? ¿Pagar las vacaciones de tu vida? ¿Una boda quizás?
Piensa en qué usarías ese dinero que ahorras, porque ninguno queremos ser los más ricos del cementerio.
PILAR 2 – Estilo de vida actual y deseado
Más de una vez he hablado de las posibilidades que tiene ver cómo ha ido el año anterior, para poder ver qué nos gusta más, qué nos gusta menos… así como también hemos hablado otras veces de las partidas en las que se escapa el dinero, como si fuera un agujero en el bolsillo.
Ahora, tienes un estilo de vida determinado, y tienes un motivo para mantenerlo, cambiarlo a peor, o mejorarlo. Ese motivo tiene que ser decidido por ti, sin ningún tipo de “ayuda” de otros. Porque para llevarlo a cabo, eres tú, y no otros, el que tiene que trabajar.
Es, en los momentos de duda, cuando pensamos en abandonarlo… y lo hacemos si realmente no estamos interesados. Si no, aunque nos joda, seguimos adelante hasta conseguirlo.
PILAR 3 – Tipos de ahorro
Hay distintas formas de ahorrar, y suelen apoyarse en presupuestos.
PILAR 4 – Ahorro vs. inversión en el concepto tiempo
Del mismo modo, hay distintos tipos de producto de ahorro, más rígidos para el corto plazo (dan menos rentabilidad), más versátiles para el medio y largo plazo (bonos, acciones, fondos de inversión, seguros de vida, seguros de ahorro, planes de jubilación, planes de pensiones…)
¿Quieres saber más? ¿Has determinado tu brecha? ¿Tu posibilidad de riqueza? ¿En qué la quieres utilizar?
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